Básicamente vengo a hablar de mi experiencia con los correos a profesores, faltas de asistencia (que quien sabe pa' que hay de esas en la UNIVERSIDAD pero bueno) y suspensos.
He de decir que en el primer cuatrimestre de la uni me dediqué a tocarme los cojones, pero bien agusto, para qué mentir. Fui a clase un 65% (bastante decente en realidad) y dormí un 75% así que es fácil imaginárselo.
Además, no sé si es cosa del frío de cojones que entra en mi piso o las cuatro sopas de sobre que como a la semana pero estar tosiendo, con mocos y con un trancazo de la hostia ha sido lo más habitual de estos últimos seis meses.
En resumen, mis porcentajes de estudio han sido bastante flojos. Sorprendentemente, no lo he suspendido todo y he sacado medio adelante ese primer cuatrimestre (cosa que no sé si puede decir de este segundo, la verdad), pero me he dado cuenta de que todos esos post y folletos y asambleas con miles de consejos sobre como sacar adelante la miserable vida universitaria tienen razón. Con toda la sinceridad y modestia, siempre he sido (o eso parecía académicamente) bastante inteligente. No he pegado ni palo al agua y he aprobado todo y he entrado a uni a mis anchas, y aunque no es taaaan diferente, sí que he descubierto que exige más. Así que, algunas cosas que he aprendido que ayudan bastante a ir tirando (voy a intentar ser realista, porque ni yo las estoy cumpliendo aún sabiendo que todo seria jodidamente más fácil):
- Ir a clase: Personalmente, la más chunga. Te despiertas en tu piso, además no tienes a ningún progenitor que te recuerde que les estás costando un riñón por dormir como el día en que viniste al mundo y notas el frío mortal del invierno acercándose (aunque sea Octubre, esos vientos del ártico ahí están). (INCISO--La mayoría de los profesores dicen no son especialmente tiquismiquis con eso de la asistencia pero eso es puura mierda, porque cuando estés mandándoles el quinto correo del día, para convencerle de que esas veinte faltas que tienes eran todas por la gripe y de que te suba ese 4,7 de mierda no pasarán tanto de la asistencia.--). Osease, no digo que los días de quedarte en casa para recuperar tu salud mental no sean necesarios, pero aunque parezca que no haces nada al final del año ir a clase le da una especie de calma a tu alma.
- Pasar los apuntes a limpio periódicamente: No voy a intentar pasarlos al día y tenerlo todo perfecto a las dos horas de tener la clase, pero me hubiera ahorrado un maratón tres días antes del examen si hubiera transcrito esas 30 hojas de jeroglíficos un poco antes (que hay gente con buena letra, pero yo ciertamente no). Además, aunque en el momento te convences de que te acordarás de lo que significan esas treinta flechas y abreviaciones, probablemente no te acuerdes y pierdas como cinco lineas por hoja. Ah, y tener apuntes propio es cojonudo y si te has enterado y todo eso, aún mejor, pero si puedes conseguir apuntes de otra gente también o de gente de otros años viene bastante bien (que yo no entiendo como lo hacen, si yo apenas socializo con mis amigos de la uni pero bueno).
- Ir a tutorías: A menos que sea muy evidente que al profesor no le gustan los pelotas, ve a todas las tutorías que te permita tu orgullo, o que necesites. Yo no fui porque me daba vergüenza y pereza en el momento, y luego me di cuenta de que no me había enterado de media y que podría haber compensado un poco mis mil ausencias. Las tutorías pueden acabar siendo clases personalizadas y a los profesores les encantan.
- Ordenarlo todo: Aunque te dé pereza pasar los apuntes o leer los capítulos de 100 páginas que han mandado, mira por encima de que va y ordénalo y PONLE FECHA A TODO, porque al final del cuatrimestre sabrás cuando has ido a clase y cuando no, y donde están los apuntes sobre el tema X y cuales son sus lecturas. Que no tienes ni puta idea de lo que pone? Sí. Pero al menos sabes donde está y eso siempre me ha aliviado un poco la ansiedad.
- En época de exámenes, yo diría que lo mejor que puedes hacer es dividir tu tiempo así: Dormir más que estudiar, estudiar más que estar con amigos (es necesario airear el cerebro para no morir), estar con amigos más que de relax, y más relax que llorando.
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